lunes, 3 de octubre de 2011

30 años 30 Lecciones: Hacer deporte más que una necesidad es un privilegio que uno no debe negarse.


Unos días atrás estuve hablando con un chico de India que me decía que a él le gustan todos los deportes; me contaba que desde niño nunca se especializó en ninguno pero que los practicaba todos y que aunque no era el mejor le iba bien en cada uno de los que ha practicado.

Al hablar con este muchacho de 17 años me remonté a mi propia historia y me di cuenta que de la misma forma que este joven, yo he tratado de jugar cuanto deporte he podido en mi vida. Para ninguno he sido excepcionalmente bueno, sin embargo todos los que he jugado los he disfrutado e inclusive he sido parte de diferentes equipos integrados por gente muy buena en sus deportes. 

Como lo digo no he sido el mejor en ninguno, y la verdad no lo he pretendido, pero si me ha gustado participar y competir (en algunos momentos hasta las lágrimas, a veces de alegría y a veces de rabia) en cuanta actividad deportiva he podido involucrarme. Es así como puedo contar desde el obvio fútbol con todas sus variaciones (mejenga, fut 5, fut sala, papifutbol) básquet, volley, ping pong, nadar, futbol americano, escalada, trekking, ciclismo, atletismo, andar en rápidos, gimnasio, surf, kayak, frisbee, hasta domino y ajedrez. Y para ser franco el haber estado en tanta actividad física me ha hecho darme cuenta que el deporte más que salud es un privilegio del cual uno no debe privarse en ningún momento.  Inclusive recuerdo que en muchos momentos de mi vida poco me ha importado andar vestido formal para ponerme a pasar un buen rato haciendo deporte, eso ha sido así desde niño. 

Cada vez que uno tenga la oportunidad de hacer ejercicio ya sea solo o con otras personas es una bendición de la cual se saca mucho provecho, y de la cual particularmente evitaré negarme. ¿Por qué? Porque el ejercicio recrea, regenera, libera endorfinas, permite crear vínculos sociales y emocionales con otras personas, se queman calorías y al final uno se siente bien, sin importar el resultado.

Con esto no descarto el deporte por competencia, que la verdad es muy útil y entretenido, y me gusta participar del mismo, pero la verdad disfruto más la actividad física en sí y los posteriores beneficios que estarle restregando mi triunfo contra el rival o que me lo restrieguen a mí.

Hacer ejercicio es un privilegio para cada organismo que no debemos negárnoslo, inclusive desde los niños muy pequeños se les debe estimular e incorporar el ejercicio físico como parte de sus rutinas semanales e inclusive diarias.

Es tanto un privilegio que inclusive las personas que tienen una discapacidad física importante, hacen todo su esfuerzo por lograr involucrarse en algún tipo de rutina que les traiga los beneficios físicos, emocionales, mentales y sociales que otorga el deporte. Por ello cada vez que tenga la oportunidad de hacer actividad física, no se lo niegue a usted mismo, al final se va a sentir mejor, más feliz y saludable, disfrute en grande de este privilegio que tenemos disponible.

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