Cuando estaba en el colegio, más o menos por ahí de octavo o noveno,
recuerdo que en un acto cívico (había todos los lunes en la mañana) se habló de
la gratitud como valor. Posiblemente yo fui uno de los pocos que le puse atención
al tema y la verdad me llamó la atención poderosamente y desde ahí tengo la
costumbre de de ejercitar esta actitud de ser constantemente agradecido.
Hay dichos asociados a esta acción, como uno que reza “ser agradecidos es de bien nacidos” y es
que la acción de gracias revela una actitud noble, humilde y gentil de cada
persona. Actitudes más que necesarias en momentos en los que la mayoría de
personas se quejan de una falta de valores en la sociedad en general.
Es interesante que tanto en países como Canadá y Estados Unidos celebren
el día de acción de gracias y lo tengan como una de las mayores festividades a
nivel nacional esto porque les permite reunirse entre familia, amigos y
compartir momentos, actividades o situaciones por las que agradecen a Dios,
personas o la vida en general.
Desde hace años trabajo en un centro de educación privado en Costa Rica,
y una de las cosas que me impactó de muchos de los estudiantes eran que tras la
clase agradecían a los docentes por haberles impartido la clase, aún cuando tal
vez no fue su mejor clase o ellos no estaban en su mejor momento del día; y
esta actitud la habían aprendido en algunos casos dentro de sus hogares y en
otras en las clases de relaciones humanas recibidas impartidas por psicólogas
en el colegio.
Ser agradecido nos hace más
humanos porque reconocemos que la otra persona hizo su labor o servicio, y aunque a veces no es lo de la calidad que
esperamos, la mayoría del tiempo las personas hacen un esfuerzo por dar lo
mejor de sí. Además ser agradecidos
provoca una reacción positiva en el receptor, porque lo hace comprometerse
emocionalmente a dar siempre un servicio de calidad, de entregar lo mejor
de sí para quienes reciban nuevamente de sus conocimientos o labor.
Le invito a que mantenga una actitud de constante agradecimiento, ya sea
al chofer del bus, a la cocinera, al cajero, a sus amigos, a los vecinos, a los
profesores, a su mamá, papá, a Dios; le garantizo que en el momento en que
asuma una actitud de constante agradecimiento va a sentir cambios importantes
en su vida y en la forma en la que las personas le miran y tratan.
Por cierto, muchas gracias por
leer. :D